Has cambiado. Pero sigues pidiéndole a Google Drive, al branding o a la IA que te definan. Exploremos algo incómodo: cómo usamos las herramientas como oráculos porque nos da pánico el vacío creativo.
Maider una bofetada de realidad con mano abierta. La última vez que cogí las notas del móvil y escribí lo que de verdad sentía y como lo sentía fue hace dos domingos.
Nada de chat hoy ni nada de borrar, si lo leo de nuevo cambiaría algunos errores gramaticales. Pero lo escribí con el corazón y lo lancé en Instagram. Poco branding, poco de diseño pero mucho de mi.
¿Qué ocurrió? El triple de comentarios que un post normal en mi feed.
Al siguiente domingo, ya no le puse corazón ni verdad.
Le quise poner palabras de persuasión y ya no sonó igual.
Ainsss ojalá algún día pudiera conectar todo el rato con esa Noelia de aquel domingo.
Por cierto, identificada 💯 con el pilot V5, la libreta bonita y cara, el Notion y la madre que me parió, jajajaja
Noelia, ahí está la prueba: cuando dejas de “corregirte” y sueltas la voz cruda, la gente se acerca sola. Lo difícil no es escribir así una vez, es sostenerlo sin que la mente marketiniana se meta a arreglar lo que ya funcionaba. Quizá la clave no está en conectar con “la Noelia de aquel domingo”, sino en dejar de disfrazarte de la otra.
de piedra me he quedado! así, porque es real, tan real como que acá todos los días se va la electricidad. Así, contundente, sin opciones, es eso, sí o sí. Mira que organizo, tal cual, me compro agendas, reorganizo carpetas, releo lo esccrito en las agendas "de creatividad por arte de magia", y creo todo un calendario de publicaciones, con un sistema q me da para dos meses, para un canal q nunca abro. Y sigo ahí, tratando de salir del desorden, de imaginar cómo sería lanzarme y crear desde quien realmente soy.
Karen, lo cuentas tan bien que hasta he sentido ese canal cerrado como una puerta atrancada. Creo que muchas veces confundimos “poner orden” con “avanzar”, y eso nos deja atrapadas en sistemas que nunca usamos. Lo potente es que ya te has dado cuenta. El siguiente paso no es más estructura: es escribir aunque no suene perfecto, para que tu voz empiece a abrirse paso.
Amparo, ese “todo me suena igual” es la señal más clara de que tu voz está pidiendo salir a la superficie. A veces el miedo no es a no saber escribir, sino a decir algo que realmente nos representa (esto da un vértigo de morir). Y qué bueno que lo hayas visto: es el principio del cambio.
Cada que escribo algo me estoy haciendo esa pregunta y he notado con terror que mi comunicación esta tan condicionada a sonar bien y ser correcta que mi voz quedo muchas capas bajo tierra. Sigo buscando sus rastros. Gracias y abrazo!
Yessica, me encantaaaa. Qué bien lo nombras: esas capas que enterraron tu voz no se quitan de golpe, pero cada línea escrita con más verdad es un acto de excavación y la buena noticia es que tu voz sigue ahí. No se perdió, solo espera que te atrevas a dejar de sonar “bien” para sonar a ti.
Maider una bofetada de realidad con mano abierta. La última vez que cogí las notas del móvil y escribí lo que de verdad sentía y como lo sentía fue hace dos domingos.
Nada de chat hoy ni nada de borrar, si lo leo de nuevo cambiaría algunos errores gramaticales. Pero lo escribí con el corazón y lo lancé en Instagram. Poco branding, poco de diseño pero mucho de mi.
¿Qué ocurrió? El triple de comentarios que un post normal en mi feed.
Al siguiente domingo, ya no le puse corazón ni verdad.
Le quise poner palabras de persuasión y ya no sonó igual.
Ainsss ojalá algún día pudiera conectar todo el rato con esa Noelia de aquel domingo.
Por cierto, identificada 💯 con el pilot V5, la libreta bonita y cara, el Notion y la madre que me parió, jajajaja
Noelia, ahí está la prueba: cuando dejas de “corregirte” y sueltas la voz cruda, la gente se acerca sola. Lo difícil no es escribir así una vez, es sostenerlo sin que la mente marketiniana se meta a arreglar lo que ya funcionaba. Quizá la clave no está en conectar con “la Noelia de aquel domingo”, sino en dejar de disfrazarte de la otra.
GRACIAS por compartir todo esto. Es dinamita.
de piedra me he quedado! así, porque es real, tan real como que acá todos los días se va la electricidad. Así, contundente, sin opciones, es eso, sí o sí. Mira que organizo, tal cual, me compro agendas, reorganizo carpetas, releo lo esccrito en las agendas "de creatividad por arte de magia", y creo todo un calendario de publicaciones, con un sistema q me da para dos meses, para un canal q nunca abro. Y sigo ahí, tratando de salir del desorden, de imaginar cómo sería lanzarme y crear desde quien realmente soy.
Karen, lo cuentas tan bien que hasta he sentido ese canal cerrado como una puerta atrancada. Creo que muchas veces confundimos “poner orden” con “avanzar”, y eso nos deja atrapadas en sistemas que nunca usamos. Lo potente es que ya te has dado cuenta. El siguiente paso no es más estructura: es escribir aunque no suene perfecto, para que tu voz empiece a abrirse paso.
Wauuu, Maïder, es exactamente lo que me está pasando en estos tiempos... Y, es verdad, me asusta porque todo me suena igual...
Gracias por compartirlo con tanta claridad y honestidad.
Amparo, ese “todo me suena igual” es la señal más clara de que tu voz está pidiendo salir a la superficie. A veces el miedo no es a no saber escribir, sino a decir algo que realmente nos representa (esto da un vértigo de morir). Y qué bueno que lo hayas visto: es el principio del cambio.
Infinitas gracias por tu comentario...
Cada que escribo algo me estoy haciendo esa pregunta y he notado con terror que mi comunicación esta tan condicionada a sonar bien y ser correcta que mi voz quedo muchas capas bajo tierra. Sigo buscando sus rastros. Gracias y abrazo!
Yessica, me encantaaaa. Qué bien lo nombras: esas capas que enterraron tu voz no se quitan de golpe, pero cada línea escrita con más verdad es un acto de excavación y la buena noticia es que tu voz sigue ahí. No se perdió, solo espera que te atrevas a dejar de sonar “bien” para sonar a ti.